Si hay algún escarabajo peculiar de las noche de verano, es este. Las luciérnagas tienen la capacidad de emitir luz mediante unas reacciones químicas que ocurren en unos órganos especiales que poseen en su parte trasera. Emiten luz las larvas para defenderse, las hembras para llamar a los machos y los machos como advertencia. Esto es conocido como bioluminiscencia.
Viven poco más de una semana y no se alimentan en la fase adulta. Las larvas se alimentan de caracoles y babosas. Los machos tienen alas, éĺitros (que es la capa dura que cubre las alas) y parecen el típico escarabajo, mientras que las hembras se parecen bastante a las larvas, sin alas y recuerdan a una oruga (los llaman gusanos de luz). Os dejamos unas fotos de la especie Lampyris noctiluca para que podáis diferenciar.